El Colegio Stanford es el resultado de un sueño forjado con amor, vocación y profunda convicción por la educación. Su historia comienza con la visión de una educadora apasionada, quien después de desempeñarse como auxiliar de preescolar y docente de danzas, decidió emprender la creación de un espacio educativo que respondiera a las necesidades de la primera infancia, combinando el juego, el afecto, el arte y la formación en valores.
En 1998, nace oficialmente el proyecto con el nombre de Liceo Infantil Hansel y Grettel, con apenas 12 niños y una propuesta pedagógica centrada en la calidez humana, el aprendizaje activo y el desarrollo integral. Desde sus inicios, este proyecto fue bien recibido por la comunidad, lo que generó un crecimiento constante en matrícula, confianza y proyección institucional.
Gracias al respaldo de las familias, la reputación construida y la visión de expansión, la institución gestionó alianzas con entidades financieras, permitiendo la adquisición y adecuación de la primera sede urbana. Esta infraestructura fue modernizada completamente para cumplir con los más altos estándares de seguridad y calidad.
El crecimiento constante y la búsqueda de un entorno más saludable y natural para el aprendizaje impulsaron la creación de la actual sede campestre en 2015.
Desde entonces, Stanford School funciona en un entorno rodeado de naturaleza, con espacios diseñados para fomentar el bienestar, el aprendizaje activo y el desarrollo emocional de los estudiantes.
A lo largo de más de dos décadas, Stanford School ha demostrado ser mucho más que un colegio: es una comunidad que crece con sus estudiantes, docentes y familias. Su impacto ha sido evidente en:
Hoy, el Colegio Stanford School se proyecta como una institución moderna, innovadora y en permanente evolución. Con su legado de amor y compromiso.
“Educar con amor y visión transforma generaciones. Stanford School es prueba viva de que los sueños sí se construyen con compromiso.”